¿Qué es la alergia al huevo?

La alergia al huevo es una reacción adversa del sistema inmunológico que se produce por la ingesta, contacto e inhalación de las proteínas presentes en el huevo, consideradas alérgenos.

¿Por qué se produce la alergia al huevo?

Los dos componentes del huevo, clara y yema, pueden provocar alergia; no obstante, la clara produce más alergias por tener más cantidad de proteínas.

La clara de huevo posee al menos 24 proteínas diferentes que inducen alergia. Las más importantes son la ovoalbúmina y el ovomucoide, y, en segundo lugar, la conalbúmina, la ovomucina y la lisozima.

Además de la reacción alérgica por consumo de huevo, algunas personas pueden padecer el «síndrome ave-huevo» frente a la proteína albúmina sérica presente en las plumas y la carne de gallina, presentando síntomas de asma al inhalar partículas de plumas y/o reacción alérgica al consumir carne de gallina. Incluso a algunas personas, el contacto con el huevo puede provocarles urticaria, a pesar de tolerar su consumo.

* Importante: los huevos de otras aves (pavo, pato, oca, codorniz,…) también pueden producir alergias a las personas alérgicas a los huevos de gallina, porque sus proteínas son semejantes, por lo que no pueden utilizarse como sustitutos.

¿A qué personas afecta la alergia al huevo?

El huevo es la causa más frecuente de alergia alimentaria en niños (44% de las causas de las consultas de alergología en menores de 5 años, y del 10% en mayores de 5 años), debido a que es un alimento de gran consumo en los hogares por ser muy rico en proteínas, de gran valor energético y de bajo coste económico.

Además, las proteínas del huevo están presentes en muchos productos, por lo que en numerosas ocasiones se producen reacciones alérgicas por desconocimiento de su presencia en alimentos.

La alergia al huevo es, en la mayoría de los casos, una situación temporal, al igual que la alergia a la leche, ya que se inicia en el primer año de vida de un niño/niña, al coincidir con la introducción del huevo en la dieta, aunque, hay bebés sensibilizados al huevo por la exposición a las proteínas del huevo a través de la leche materna.

Por tanto, la tolerancia al huevo aumenta con la edad, a los 24 meses toleran el huevo el 20%; a los 3 años, el 30-35%, y a los 5 años el 55% de los casos de alergia. De hecho, tan sólo un 1% de la población adulta es alérgica al huevo.

* A tener en cuenta:

  • Algunos alérgicos al huevo pueden tolerar pequeñas cantidades de huevo sin presentar síntomas, dependiendo de la sensibilidad del paciente y de la cantidad de proteínas ingeridas a las que se es alérgico.
  • Algunas personas pueden tolerar huevo cocido u horneado porque algunas proteínas (ej. ovoalbúmina, conalbúmina y lisozima) se desnaturalizan con el tratamiento térmico.

¿Cuáles son los síntomas de la alergia al huevo?

Los síntomas son los habituales en la alergia a los alimentos (véase cuadro síntomas alergia a la leche), y se pueden producir síntomas variables y de diferente gravedad.

No existe una clínica típica, lo importante es la secuencia y asociación entre la toma de huevo y la aparición de cualquiera de ellos. Estos síntomas suceden en un tiempo corto, máximo en una hora, tras consumir huevo o alimentos que contengan huevo.

¿Cómo se tratan los síntomas?

Las personas que presentan cualquiera de los síntomas habituales de una alergia deben acudir inmediatamente al médico que le administrará la medicación oportuna y les remitirá a un alergólogo para que determine y confirme la alergia al huevo y/u otro alimento.

Consejos para las personas alérgicas al huevo

  • Eliminar el consumo de huevo y derivados, y de alimentos transformados que puedan llevar huevo como ingrediente.
  • Consumir alimentos ricos en proteínas para asegurar el aporte proteínico en la dieta ante la ausencia de ingesta de huevos: leche, carnes, pescados, frutos secos y legumbres.
  • Leer bien las etiquetas, ya que el huevo se debe mencionar en el etiquetado por normativa obligatoria. Muchos alimentos transformados pueden contener trazas de proteínas de huevo por su utilización como emulsionante y clarificador. Si existe duda, evitar consumir dicho alimento.
  • Limpiar y desinfectar todas las superficies de trabajo y los utensilios (sartenes, batidoras, etc.). No usar aceite que se haya utilizado previamente para cocinar otros alimentos con huevo (croquetas, rebozados,…).
  • Comunicar que se es alérgico/a en todos los lugares donde se vaya a comer (comedor escolar, restaurantes, excursiones, hospitales, viajes) para evitar que sirvan alimentos que puedan contener huevo o proteínas del huevo.
  • Tener a mano la medicación pautada por el alergólogo en caso de reacción alérgica.

A continuación, se enumeran algunas de las denominaciones de huevo y componentes del huevo que aparecen en el etiquetado de los alimentos:

  • Albúmina
  • Cáscara de huevo
  • Conalbúmina
  • Clara de huevo
  • E-101 (riboflavina)
  • Emulsificante
  • Globulina
  • Huevo deshidratado
  • Huevo en polvo
  • Huevos sólidos
  • Lecitina o E-322 (salvo que se indique que es de soja)
  • Lisozima o E-1105
  • Luteína o E-161b
  • Livetina
  • Ovoalbúmina
  • Ovoglobulina
  • Ovomucina
  • Ovomacroglobulina
  • Ovomucoide
  • Ovotransferrina
  • Ovovitelina
  • Ponche de huevo
  • Sustitutos del huevo
  • Yema de huevo
  • Vitelina

¿Qué alimentos se pueden consumir de forma segura?

A continuación, se detallan las listas de alimentos según los colores del semáforo:

  • Verde: se pueden comer de forma segura porque no llevan huevo
  • Naranja: «pueden contener huevo o trazas», por lo que se recomienda siempre mirar en la etiqueta si aparece su mención.
  • Rojo: no se pueden comer porque llevan huevo o proteínas del huevo.
Alimentos permitidos Alimentos a comprobar su etiqueta Alimentos prohibidos
 
  • Leche
  • Frutos secos
  • Legumbres
  • Carnes
  • Pescados y mariscos
  • Frutas y verduras
  • Cereales
  • Miel
 
  • Caramelos y golosinas
  • Productos cárnicos como salchichas, albóndigas, hamburguesas
  • Sucedáneos de café, chocolate y cacao y otras bebidas de máquina
  • Vinos, cervezas y sidras (aclarados con proteínas de huevo)
  • Zumos de fruta
  • Pan
  • Pasta
  • Cereales de desayuno
  • Quesos
  • Margarinas
  • Gelatinas
  • Helados, batidos y sorbetes
  • Sopas instantáneas
 
  • Huevos y derivados
  • Sucedáneos de huevo
  • Purés, sopas, caldos, consomés clarificados con huevo
  • Rebozados y empanados
  • Productos de pastelería y bollería: pasteles, galletas, bizcochos, magdalenas, etc.
  • Hojaldres, empanadas, empanadillas, croquetas, etc.
  • Salsas: mayonesa, salsa fina, alioli, salsa rosa
  • Pasta al huevo
  • Fiambres y embutidos, patés
  • Cafés con crema (tipo capuchino)
  • Flanes y natillas
  • Cremas y merengue
  • Turrones
  • Potitos
  • Surimi

 

* Recordatorio: Los listados se ofrecen a título orientativo y pueden no ser exhaustivos. Esta información no debe sustituir nunca los consejos y recomendaciones de tu alergólogo. La lectura del etiquetado es siempre aconsejable.

Fuentes

¿Existen otros productos «no alimenticios» que puedan contener proteínas de huevo?

Sí, las proteínas del huevo pueden encontrarse de forma «oculta» en otros productos no alimenticios por sus propiedades emulsionantes, abrillantadoras y clarificantes, tales como:

  • Productos cosméticos: jabones, geles, cremas, champús, etc.
  • Medicamentos con lisozima, como preparados vitamínicos, gotas nasales, anticatarrales, inductores anestésicos, etc.
  • Vacunas víricas cultivadas en embriones de pollo: gripe, hepatitis A, rubeola, sarampión, paperas, triple vírica, Fiebre Amarilla, etc.

* Recordatorio: Es necesario consultar siempre al especialista alergólogo sobre vacunas y medicamentos.

Enlaces de interés

Fecha de creación: 22-09-2014

Fecha de actualización: 11-07-2019