El estado nutricional es la situación de salud y bienestar que genera la nutrición en una persona o colectivo.

Las personas tenemos unas “necesidades nutricionales” para que nuestro organismo funcione adecuadamente y este sano. Estas necesidades de energía y nutrientes están marcadas principalmente por la edad y por la actividad física que realizamos. Es decir, la ingesta óptima de alimentos que necesita cada persona es diferente según la situación en la que se encuentra (crecimiento, embarazo, enfermedad, etc.) y la actividad deportiva o física regular que realiza.

La alimentación tiene que cubrir tres aspectos fundamentales para gozar de un estado de salud óptimo:

  • Fisiológico: Proteínas, grasas, etc…
  • Bioquímico: Sales, agua, etc…necesarios para poder vivir
  • Metabólico: Para el correcto funcionamiento de nuestro metabolismo necesitamos ciertos componentes que adquirimos a través de los alimentos (ej: vitaminas, etc..)

Un estado nutricional óptimo se alcanza cuando los requerimientos fisiológicos, bioquímicos y metabólicos están adecuadamente cubiertos por la ingestión de nutrientes a través de los alimentos

¿Pero qué pasa cuando no llegamos o nos pasamos de la ingesta necesaria?

Tanto si consumimos alimentos por debajo o por encima de nuestras necesidades nutricionales, entramos en una situación que se denomina “Malnutrición”, que puede generar problemas a medio-largo plazo.

Si llegamos a este estado de “Malnutrición”, la mejor opción es seguir el consejo de un profesional de la Dietética y Nutrición, que evaluará nuestro estado nutricional y nos dará recomendaciones para modular la cantidad y calidad de los alimentos que ingerimos y la actividad física que realizamos.

¿Por qué una misma dieta no vale para todas las personas?

Todas las personas somos diferentes y nuestras necesidades nutricionales no son las mismas, por tanto, la dieta que “funciona” para unas personas puede no ser tan adecuada para otras. Por ello es necesario adaptar la alimentación a las necesidades y hábitos de cada persona.

El primer paso es evaluar el estado nutricional individual actual, a través de pruebas antropométricos, bioquímicos, inmunológicas o clínicas.

Gracias a las pruebas antropométricas (peso, talla, Índice de Masa Corporal -IMC-, composición corporal, etc.) es posible saber si una persona se encuentra en un peso bajo, en su peso normal, sobrepeso u obesidad y que por tanto ha ingerido menos o más de la energía y los nutrientes requeridos.

IMC es el Índice que permite establecer si existe un peso normal, superior o inferior para el correspondiente a la talla. Se calcula dividiendo el peso (en kg) por la talla (en metros) al cuadrado (IMC=p/t2)

Las pruebas bioquímicas, inmunológicas o clínicas permiten detectar carencias de nutrientes como el hierro (anemia) o determinadas vitaminas.

La evaluación del estado nutricional se completa con un estudio de los hábitos alimentarios/dietéticos de la persona y de su actividad física, lo que permite conocer las causas de su estado actual.

Finalmente, el/la profesional de la salud propondrá los cambios necesarios para volver a un estado nutricional óptimo, que muchas veces no son solo propuestas dietéticas, sino que incluyen también cambios en los hábitos y estilos de vida.

¿Por qué debemos desconfiar de las “Dietas Milagro”?

Existen muchas dietas, conocidas como “dietas milagro”, que vienen acompañadas de mensajes como los siguientes:

  • La promesa de pérdida de peso rápida: más de 5 kilogramos por mes
  • La afirmación de que se puede llevar sin esfuerzo
  • El anuncio de que son completamente seguras, sin riesgos para la salud.

Estas dietas producen situaciones de carencia de calorías, vitaminas, de minerales e incluso pueden generar alteraciones metabólicas, por lo que son insostenibles en el tiempo e incluso peligrosas para la salud.

Son dietas que, aunque mostrando resultados en poco tiempo, ponen en riesgo nuestra salud y bienestar y terminan en el llamado “Efecto rebote” o “Efecto Yo-yo” que consiste en que volvemos a recuperar nuestro peso inicial antes de la dieta (si no más) en poco tiempo.

Para concluir, es importante destacar que el tratamiento para perder peso y volver a nuestro estado nutricional óptimo debe ser un proceso personalizado y llevarse a cabo bajo control médico o de una persona especialista en Nutrición.

Fecha de creación: 06-06-2022