Antes de seguir leyendo has de saber que…

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha reevaluado los riesgos del bisfenol A (BPA) en los alimentos y propone reducir de manera considerable la ingesta diaria tolerable (IDT) en comparación con su evaluación previa de 2015 (en la que se basa este artículo).

En marzo de 2022 sabremos cuál es la opinión oficial de la EFSA.

El Bisfenol A, también conocido por las siglas BPA, es un compuesto utilizado en la fabricación de plásticos de policarbonato. Este tipo de plásticos son utilizados para hacer vajillas de plástico reutilizables y botellas para bebidas, equipos deportivos, etc.

El BPA también se utiliza para fijar la tinta en el papel térmico de los recibos de compra, billetes de transporte público, etc.

Este compuesto se utiliza, además, en revestimientos interiores de las tuberías de agua y en el interior de las latas para alimentos y bebidas, lo que aumenta su vida útil y evita que la comida o la bebida tengan sabores metálicos.

¿De dónde proviene el BPA que podemos ingerir por alimentos?

El BPA puede pasar del plástico al alimento con el que está en contacto mediante un proceso físico llamado “Migración”.

La Industria Alimentaria está sujeta a unos límites y no pueden comercializar ningún material plástico que vaya a estar en contacto con un alimento, si se libera más BPA de lo estimado por la ley.

La migración es sólo una de las vías por la que podemos estar expuestos y expuestas al BPA, ya que existen otras vías como el polvo en suspensión, los juguetes plásticos, algunos cosméticos y el papel térmico.

Entonces…¿El BPA se puede utilizar en envases alimentarios?

El uso del BPA está autorizado en materiales plásticos destinados a estar en contacto con los alimentos (Reglamento UE 2018/213, 12 febrero 2018) con un límite de migración específico. Pero su utilización en la fabricación de biberones de plástico para lactantes está prohibida desde junio de 2011.

Además, también está prohibido que pase NINGUNA cantidad de BPA desde los barnices o recubrimientos aplicados a materiales y objetos destinados específicamente a entrar en contacto con: preparados para lactantes, preparados de continuación, alimentos elaborados a base de cereales, alimentos infantiles, alimentos para usos médicos especiales desarrollados para satisfacer las necesidades nutricionales de los lactantes y niños de corta edad o bebidas a base de leche y productos similares destinados específicamente a niños de corta edad.

y…¿los ticket de compra?

Se están tomando medidas para retirar este tipo de papel del mercado como medida de precaución, porque en algunos grupos de edad, el papel térmico es la segunda fuente más importante de exposición al BPA después de la alimentaria.

¿A qué cantidad estamos expuestos? ¿Es un problema para nuestra salud?

Los niveles de exposición calculados se encuentran muy por debajo (de 3 a 5 veces) de la ingesta diaria tolerable establecida para todos los grupos de edad y poblaciones sensibles, como embarazadas y ancianos

Expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) llegaron a la conclusión de que no se supera la ingesta diaria tolerable, aun considerando todas las posibles fuentes de “Exposición combinada” de BPA (los provenientes de productos alimenticios, juguetes, polvo, cosméticos y papel térmico).

Entonces, en resumen…

Los científicos de la EFSA concluyeron que, en la actualidad, el BPA NO representa un riesgo para la salud para las personas consumidoras de ningún grupo de edad (incluidos nonatos, bebés y adolescentes)

Con todo ello, se han establecido ciertas medidas para que este peligro, no se convierta en un riesgo en un futuro.

Información de Interés

Fecha creación: 13/07/2020