Las esponjas y los estropajos utilizados en la cocina para labores de limpieza pueden producir el efecto contrario si no se utilizan de manera adecuada.

Las condiciones de humedad y los restos de comida que se almacenan en las grietas de estos utensilios, constituyen un medio favorable para el crecimiento de microorganismos como bacterias y hongos, algunos nocivos para la salud, aunque con unas pautas sencillas se pueden evitar los riesgos.

Riesgos asociados al uso de esponjas contaminadas

Si bien es verdad que la mayoría de las toxiinfecciones alimentarias se producen por ingerir alimentos en mal estado, la higiene que rodea a los utensilios con los que entran en contacto es muy importante, ya que pueden proliferar en ellos microorganismos.

Los principales microorganismos con riesgo para la salud humana que pueden proliferar en las esponjas son bacterias como Salmonella, Campylobacter o Escherichia coli.

  • Salmonella pertenece a un grupo de bacterias que están presentes en el intestino de personas y de animales sanos. Cuando llega a los alimentos frescos, tiene la capacidad de multiplicarse muy rápidamente y, cuando una persona ingiere dicho alimento contaminando, el gran número de bacterias puede provocar salmonelosis.
  • Campylobacter pertenece a un grupo de bacterias que habita en el intestino de aves sanas y que se transmite al ser humano, principalmente, a través del consumo de carne cruda o poco cocinada, produciendo la campylobacteriosis. La campilobacteriosis está asociada a gastroenteritis aguda y dolor abdominal. Para la población general, las infecciones provocadas por Campylobacter no suelen ser graves.
  • Escherichia coli pertenece a un grupo de bacterias presentes en el intestino del ser humano y animales, siendo inocuas (no dañinas) de forma general. Sin embargo, hay algunas cepas (tipos) de E. coli productoras de toxinas, que pueden causar cuadros gastrointestinales graves en el ser humano. La mayor parte de las E. coli son inocuas, pero las cepas productoras de toxina Shiga o verotoxigénicas pueden provocar cuadros gastrointestinales graves.

La proliferación de estas bacterias se debe a que, tras fregar los utensilios, pueden quedar restos de comida entre las grietas de las esponjas. Tras su uso, generalmente se limpian con agua y jabón y se escurren, pero con sólo esta limpieza no se elimina toda la materia orgánica; además, el hecho de que se mantengan húmedas de un uso a otro y a la temperatura que se alcanza en las cocinas, hace que estos utensilios sean un caldo de cultivo favorable para la proliferación bacteriana.

Al utilizar la misma esponja para fregar la vajilla o las superficies, es posible que se diseminen los microorganismos que no hemos eliminado anteriormente, con el riesgo que ello supone.

Pautas para mantener las esponjas en buen estado

Es recomendable seguir las siguientes pautas en cuanto al mantenimiento de las esponjas de cocina para evitar problemas:

  1. Limpiar las esponjas con detergente. Tras limpiar, enjuagar y escurrir adecuadamente.
  2. Tener varias esponjas, de forma que una siempre esté seca y lista para usar mientras la otra se limpia.
  3. Introducir la esponja en el microondas durante unos 2-3 minutos, para desinfectarla por el calor. Asegurarse de que la esponja no contiene elementos de metal, ya que el metal puede iniciar un fuego dentro del micro ondas.
  4. Esperar un par de minutos antes de sacar la esponja del microondas para evitar quemarse.
  5. Otra manera de desinfectarla es lavarla con agua y lejía o con agua y limón, aunque estos sistemas no son tan efectivos como el microondas.
  6. Las manchas densas de grasa y salsas las debemos eliminar con papel de cocina en vez de con la esponja, ya que son más difíciles de eliminar y son un potente foco de bacterias.

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Otras pautas adecuadas en la cocina

  • Lavarse las manos con agua caliente y jabón antes de manipular alimentos y también tras haberlos manipulado, sobre todo carne o pescado crudo.
  • Mantener limpias y en buen estado las superficies de cocina, tablas de cortar y demás utensilios que entran en contacto con los alimentos.
  • Separar alimentos crudos y cocinados y no usar los mismos utensilios para manipular o cortar alimentos crudos y cocinados.
  • Conservar los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocinados.
  • Cocinar o guisar los alimentos completamente, y evitar que los alimentos queden crudos por dentro, especialmente la carne, el pollo, los huevos y el pescado.
  • Mantener los alimentos a temperaturas seguras: no dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente. Almacenar en refrigeración lo más pronto posible los alimentos cocinados y los perecederos.
  • No descongelar a temperatura ambiente, sino en la parte baja de la nevera.
  • Usar agua potable para lavar los alimentos. No consumir alimentos después de su fecha de caducidad.

Fecha de creación: 06-11-2012