Comida de laboratorio, alimentos cultivados, comida sintética o artificial, alimentos a base de células… son muchos los términos por los que se conoce a los alimentos derivados de cultivos celulares. Aunque es una manera muy novedosa de producir alimentos, no son productos que se sintetizan químicamente, ni de manera artificial, por lo que no es correcto llamarlos alimentos sintéticos o artificiales.

¿Qué son?

Son alimentos que se producen a partir de células, pueden ser de origen animal (carne o pescado) o de origen vegetal (frutas y verduras). Estas células se cultivan en condiciones cerradas y controladas, se multiplican y después se procesan para producir alimentos.

No se consumen las células puras como tal, sino que se consumen los alimentos elaborados con estos cultivos celulares. En términos de composición, son alimentos similares a los tradicionales, ya que pueden contener la misma cantidad y calidad de nutrientes.

Generalmente se habla de estos alimentos de origen animal, como alternativas a la carne convencional, por cuestiones de sostenibilidad y de bienestar y salud animal.

¿Cómo se producen?

En el caso de alimentos basados en células de origen animal, se parte de células procedentes de un animal de granja, aunque también se pueden obtener directamente del músculo o de la carne. Se recogen células que luego puedan crecer en compartimentos cerrados, en los que se añade agua, nutrientes y oxígeno. Se controla también la temperatura, por lo que se desarrolla en un ambiente totalmente controlado y monitorizado.

Las células crecen y se multiplican, y posteriormente son recolectadas y procesadas para producir los alimentos, que se diseñan para que tengan el aspecto y el sabor de los alimentos tradicionales.

¿Existen en el mercado alimentos derivados de cultivos celulares?

Aún no existen estos productos en el mercado europeo, pero…

…existen en otras partes del mundo, como en Singapur, que hay una autorización para alimentos basados en células de pollo, y se comercializa como nuggets de pollo, aunque aún en cantidades muy pequeñas.

¿Qué proceso se sigue para autoriza estos alimentos en Europa?

En la Unión Europea son considerados nuevos alimentos, por lo que requieren una evaluación de seguridad por parte de la EFSA y la posterior autorización de los Estados miembros y de la Comisión Europea. La Unión Europea tiene uno de los estándares de seguridad alimentaria más elevados, con el fin de garantizar la seguridad de las personas consumidoras, y por eso el proceso de autorización es largo. No obstante, de momento no se ha presentado ninguna solicitud de autorización en la EFSA, por lo que todavía pasará tiempo hasta que podamos ver estos alimentos en los puntos de venta.

¿Son seguros estos alimentos?

Los peligros relacionados con este tipo de alimentos no son diferentes de los que existen en los productos convencionales, ya que todo lo que se añade en el medio donde crecen las células (nutrientes, vitaminas, factores de crecimiento) nunca son productos 100% puros. Por tanto, podrá existir contaminación química (residuos) en el producto final y estos alimentos se verán sometidos a la misma normativa que limita los contaminantes en los alimentos.

En relación a la contaminación microbiológica, al no haber un sistema inmunológico en el cultivo, se puede detectar rápidamente porque se estropeará el cultivo y habrá que desecharlo, por lo que el producto no llegaría al consumo.

También habrá que fijarse en los peligros nutricionales, ya que el reglamento sobre nuevos alimentos establece que estos nuevos alimentos no deben perjudicar a las personas consumidoras europeas en lo que respecta a sus nutrientes, por lo que nutricionalmente no deberían ser peores de los que estamos consumiendo ahora.

¿Qué desafíos tecnológicos plantea esta técnica de producción de alimentos?

Se están realizando muchas investigaciones para lograr cultivar estas células y obtener alimentos alternativos a la carne tradicional en cantidades suficientes, con buenos rendimientos y de manera rentable.

La principal dificultad es la producción a gran escala, porque se ha logrado el cultivo de células en dos dimensiones (en una sola capa) de manera sencilla, pero es necesario que las células crezcan en una estructura tridimensional (unas encima de otras) para poder imitar la estructura de la carne.

Además, en este caso, hablamos de cultivo celular basado en un solo tipo de células, generalmente células musculares, por lo que el entorno en el que crecen las células es muy diferente al acostumbrado. Se deben imitar las condiciones habituales de crecimiento de estas células en los animales.

Por último, también es un desafío en términos de rendimiento y rentabilidad, para poder competir con el precio de la carne convencional en este momento.